Cuando te sientas sola, la fe, la esperanza, las ganas de luchar, de seguir adelante, se hayan esfumado, llora, grita, rompe algo pero pasados unos minutos reflexiona.
-¿Vas a dejar que te haga eso?
-Sí
-No deberías, no permitas que te haga llorar, que no te deje dormir
-Ya da igual, me quitó lo que más quería en el mundo
-No, y si fuese así ¿vas a permitírselo?, no dejes que te quite tu razón de existencia, lo que te hace sonreír en el peor de los momentos, lo que hace que te muerdas los labios y te lleves las manos a la cabeza con una sonrisa inexplicable se vaya de tu vida. No dejes de respirar, lucha, saca tu mejor sonrisa, tu mejor carcajada, la mayor frase que vaya con ese momento, sigue hablando, bailando, viéndole. Por mal que estés, hazle ver que tu eres más fuerte y mejor persona.
-¿Y si no lo consigo?
-Lo harás
-¿Cómo lo sabes?
-Porque tienes un arma, ese don tuyo, esa fuerza de voluntad para ponerte en pie y ser siempre tú, no finges ser quien no eres, no haces cosas por no estar sola, lo que sientes es superior a todo lo que pueda hacer, no lo olvides.
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