Thursday 16 December 2010

Los villanos


Nunca había visto un amencer como aquel del 6 de febrero.

Eran las nueve de la noche, estaba aburrida, decidió salir a dar una vuelta por su urbanización.

Se puso una sudadera azulona, un gorro y salió. Pero cuando estaba a punto de salir, el sonido de su móvil interrumpió el abrir la puerta, dar dos pasos y salir.

-¿Qué haces?-

-Me voy a dar una vuelta, ¿te vienes?-

-Vale, genial-

Estuvo esperándole una media hora, de pie, en la calle negra y solitaria, se acercó a una farola, la única farola con una luz tan intensa como para darle algo de calor.

El césped verde como las esmeraldas congelado, sus labios rosas pasaron a ser morados, sus manos inmóviles, fueron los treinta minutos mas largos de su vida.

Decidió sentarse, sentarse en aquel frio suelo que por mucho que estuviese helado, ella se quería sentar, no aguantaba mas, doblo las piernas y con sus brazos congelados se las agarró, cuando tan solo falta un minuto para esa media hora, aquella persona llegó, se levanto, suspiró y se puso en posición de irse pero en vez de irse le miró con una mirada maligna, estaba enfadada, el le miaraba con una cara de ángel de osito que hacía que ella se derritiese pero en ese momento no lo hacía.

El se acercó a ella, le achuchó y le pidió perdón abrazándola sin embargo ella seguía de brazos cruzados.

Intentó sacarle una sonrisa, esa sonrisa de niña pequeña, esa sonrisa que hacía que fueran los mejores dias de su vida, ella no iba a darsela por el momento.

Caminaron durante horas, no se dieron la mano, ni un abrazo, ella estaba enfadad, triste..., se iba, se iba a ir pero el no lo iba a permitir, la cogió de la cintura, fue arrastrando su mano por su espalda, llego a la mano y se la cogio cuidadosamente para llevarla a un árbol.

Apoyada ella en el árbol y el mirándola fijamente, se quiso ir pero el no lo permitiria, se acercó a ella poco a poco, le enseñó una margarita, le beso, le beso por primera vez y la volvió a apoyar delicadamente en el árbol, sabía que ella estaba cansada; ella sonrió.

Se sentaron en aquel césped blanco, apoyado en el tronco gordo y áspero y apoyada su cabeza en sus piernas mientras el le hacía caricias, se miraban, miraban las estrellas, se reían, se besaban, al cabo de unos minutos convertidos en horas, ellos ya se habían quedado dormidos.

A la mañana siguiente, se levantaron algo aturdidos, eran las seis de la mañana, se despidieron con otro beso y con el primer abrazo de aquella noche.

No obstante antes de irse ella, el le dijo: eres mi margarita; ella le miró con una cara peculiar, no sabía a que se referia pero a la vez sonreía, el lo notó y le repitió: eres especial, única, diferente, tu eres yo.

Al comprenderlo, bajó la cabeza, la subió, le miró y se fue sonriendo.

Mientras ella se iba, el se quedó de pie, apoyado en aquel gran árbol.

Tuesday 14 December 2010

Todo y nada


Voy andando por la nieve, pero no la nieve pisada por las negras suelas de los zapatos, ni por las patitas blandas de los animales, ni aquella por la que hayan pasado coches sino una nieve blanca, tan blanca que deslumbra.
Mientras voy andando por esa increible nieve que, curiosamente no mancho, voy pensando en lo que habría sido nuestra relación si te hubiera dicho que si.
Sigo pensando, llevo una hora andando, me paro en seco, miro ver caer los copos gordos y suaves de nieve, sonrio, me quito el gorro y dejo que caigan sobre mi pelo hasta que parezca que tengo canas.
Pasan tres minutos desde entonces, sigo andando, pensando, imaginándonos a los dos juntos por las calles de Madrid, imaginando como sería mi mundo si tu estuvieras ahí, voy hablando conmigo misma pero algo me interrumpe, un sonido que viene de una calle, paro, miro a mi alrededor asustada, tengo los ojos abiertos como platos, el oido fijo en la calle, me pongo nerviosa, me pongo de frente a la calle y mientras mi corazón late a mil por hora, sale un perro negro carbón de ojos grises, mi corazón se relaja, mis ojos en cambio siguen mirando fijamente pero esta vez al perro, mi oido ya no está tan pendiente.
Durante unos minutos, nos quedamos mirándonos, el perro parece que solo me mira porque yo le miro, pero al finalizar un minuto mas, se va, se da la vuelta y se va.
Respiro profundamente y sigo mi camino.
Me vuelvo a poner el gorro, pero antes me sacudo el pelo, esta blanco, mis pensamientos han tomado otro rumbo, sigo pensando en ti, pero también en mi, sonrio, lloro, corro durante algunos minutos, me tiro a la nieve, me tumbo boca arriba, no paro de pensar y pensar.
Cierro los ojos, los tengo cansados, se me queda la mente en blanco, dejo de pensar, una vocecilla en mi cabeza me dice que me levante, así que lo hago, me levanto y sigo andando.
En el último trayecto antes de llegar a una fuente con su agua congelada, vuelvo a oir otro ruido, pero esta vez por los arbustos que se encuentran tras la fuente.
Empiezo a temblar del miedo, me quedo inmóvil, mis ojos platos, mi oido atento, mi piernas no responden, dejo de pensar, dejo de respirar, me pongo morada, mis labios se seperan de los dientes, no se que hacer.
Pasan dos minutos y así sin mas, apareces tu, sales con una sonrisa, me miras, te acercas poco a poco, sigo inmóvil, me abrazas riéndote y me dices que tranquila, pero yo sigo intranquila.
Me coges de la mano, me llevas al césped cubierto por toda la nieve, me tumbas y te tumbas a mi lado, hacemos dos ángeles, reimos, nos quedamos dormidos y es entonces cuando sé que todo aquello que me imaginaba era cierto.
Todo lo vivido había acabado con dos ángeles en la nieve.
Lo no vivido sin embargo había acabado con dos amigos en la nieve.

Saturday 4 December 2010

super hermana


Cuando he estado sola, tu siempre has estado
Cuando me he sentido mal, tu siempre has estado
Cuando he llorado, tu siempre has estado

cuando he cometido errores, tu siempre has estado

Cuando me han ofendido, tu siempre has estado
Cuando poníamos motes, tu siempre has estado
Cuando comíamos pan y queso a las 5 de la mañana, tu siempre has estado

cuando me he enfadado, tu siempre has estado

Cuando me río, tu siempre estas
Cuando grito, tu siempre estas
Cuando bailo, tu siempre estas
Cuando bebo, tu siempre estas
Cuando compro, tu siempre estas
Cuando necesito una respuestas, tu siempre estas

Cuando tengo crisis de chicos, tu siempre estas
Cuando tengo crisis con mamá, tu siempre estas

Eres mi super hermana, la que esta ahí, la que me anima en todo momento, siempre...
La de veces que te habré dicho que gracias por todo, pero una vez más....
GRACIAS POR ESTAR AHÍ SIEMPRE