Me dejas de hablar, solo escribes, al parecer la única culpable soy yo por no darte la misma palabra, si me hablas, solo es para decirme un frío y corto hola, mi vida no te importa en absoluto, si no quieres que hablemos, si no quieres mirarme y preguntarme por todo aquello por lo que estuvimos hablando años, meses, semanas, días, horas, minutos, no te preocupes que dejaré de estar interesada tanto en ti como en tu vida si es lo que quieres.
Sólo te diré que no vayas haciéndote la victima porque no lo eres, las cosas nunca salen como uno desea y eso no significa que tengas que dejar de hablarme o mirarme con cara de asco.
Mi paciencia se ha agotado, no te hablaré más, no contaré contigo nunca más contarte lo que siento y pienso, cortaré toda comunicación, eso si, no vas a recuperar mi amistad tan fácilmente como tu te crees.